Ya está casi todo!
¡Ha llegado el visado! ¡Se acerca el día de marchar! ¡Menudas ganas tengo!
A la segunda va la vencida. ¡Nos vamos!
¡Por fin! Por fin he llegado al aeropuerto y me han dicho que podía pasar, por fin he pasado el control de equipajes, por fin he cogido mi pimer vuelo y ¡POR FIN ME VOY! Tras haber cogido esta mañana un vuelo en Bilbao a las 6:40 de la mañana, ya estoy en Bruselas. Esta vez parece más difícil que alguien me arrebate el vuelo, aunque tras las últimas experiencias, mejor no cantar victoria hasta estar bien sentadito en el que me llevará a Cotonou, capital de Benin. Sí, efectivamennte, vuelvo a Benin, lugar donde estuve en 2013. Tengo un especial cariño a este sitio ya que aparte de tener una belleza intrínseca, fue el destino del primero de mis viajes, mi primer sueño como dios manda hecho realidad, y el comienzo de un camino que ha marcado, está maracando y marcará mi vida. Este año, sin embargo, voy con un objetivo más concreto y más difuso al mismo tiempo. A diferencia de la primera vez, que iba prácticamente como profesor de inglés y monitor de tiempo libre a un internad
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