Primer viaje de Nuevi (Lima, 2017)
Por fin llega el vídeo.
Un vídeo que desde que lo produje lo he visto 3000 veces y
no me cansa. Un vídeo que me revuelve todo por dentro. Un vídeo que muestra
aquellas sonrisas de las que tanto os he hablado.
Con esto, de alguna manera, pongo el broche final a lo que
ha sido el primer viaje de Nuevi, un proyecto que surgió con toda la ilusión
del mundo y cada día es un poco más real. Un proyecto que, como me dijo uno de
mis mejores amigos, me ha tatuado una sonrisa en la cara; un proyecto que
escenifica el cumplimiento de un sueño.
Surgió como una idea loca, me animé a intentarlo y lancé una
propuesta por Facebook: “En el avión me
dejan meter 2 maletas de 23 kg y mis cosas no llegarán ni a los 5. Quiero
llenar todos esos kilos de regalos, de ilusión, e intercambiarlos por sonrisas.
¿Os apuntáis?”. La repercusión fue brutal y en menos de una semana
muchísimas personas os animasteis a colaborar. Después de todos los filtros,
finalmente fueron 100 kg de ropa, juguetes, material escolar… los que me llevé entre las dos maletas y un
paquete que, contagiado por tan mágico movimiento, no pude evitar enviar.
Conocí muchísima gente. Y me dejé conocer. Cuando ya conocía
todas sus necesidades, me convertí en vuestras manos y una a una, conseguisteis
mejorar un poco la vida de unas 100 familias de una de las zonas más pobres de
Lima y, probablemente, de todo Perú. Mejora que me preocupé por recoger, ya
fuera en fotos o en agradecimientos de ellos mismos.
A la vuelta cumplí mi promesa. Cada uno de los que
participasteis recibisteis vuestra caja, con todas las sonrisas de vuestra
cosecha y con un agradecimiento de aquellas personas a las que, sin conocerlas,
cambiasteis la vida.
Lo que nadie sabía es que todo esto ya tenía nombre antes de
verano, aunque se descubriera después. Nuevi es un proyecto que pretende ser
los ojos y las manos de todos los que queréis ayudar y, por la razón que sea,
no podéis llegar a terreno.
Hay muchísimas familias necesitadas por el mundo y muchos
cooperantes que cada año viajan a los lugares más necesitados. Si cada uno de
nosotros pudiéramos llevar algunas de las cosas que ya no usamos, miguita a
miguita, iríamos cambiando el mundo. Nuevi no pretende mandar mucho, sino
muchos poquitos. Poquitos que veáis vosotros, los protagonistas de todo, los
que hacéis esto posible, los que dais vuestras cosas para los que más las
necesitan.
Aunque vea el vídeo y me emocione, no soy capaz de hacerme a
la idea de que yo fui el que estaba detrás de esa cámara. Me parece un sueño. Y
lo es. Sólo que esta vez estoy, y estamos, soñando despiertos.
De verdad, desde lo más profundo de mí, un enormísimo,
gigantesco, descomunal GRACIAS a todos los que habéis querido que esto sea
realidad.
Espero que os metáis dentro del vídeo, que seáis vosotros
los que hacéis esos recorridos, que vosotros entreguéis vuestras cosas, que
vosotros recibáis vuestros agradecimientos y, sobre todo, que vosotros recibáis
esas sonrisas a las que jamás se les podrá fijar un valor.
Sin palabras y muerto de emoción,
Mil millones de gracias,
Álvaro.
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